Helda Martínez IPS, 29 de julio de 2010

"Hay vínculos preocupantes entre el aumento de denuncias por ejecuciones extrajudiciales y las unidades militares colombianas asistidas con financiamiento militar estadounidense", denunció a IPS John Lindsay-Poland, coordinador de una investigación de dos años sobre el tema.

Mientras en La Macarena (Colombia) se celebraba estos días la Audiencia Pública "Crísis Humanitaria en los Llanos Orientales", cuyo objetivo era conocer la grave situación de derechos humanos que se vive en esta región colombiana como consecuencia de la ejecución de distintos planes gubernamentales (Plan Colombia, Patriota,  Victoria, ...), Uribe declaró, desde la base militar del mismo municipio, que: "El terrorismo, en esa combinación de formas de lucha, mientras a través de algunos voceros propone la paz, a través de otros voceros viene aquí a La Macarena a buscar cómo desacreditar a la Fuerza Pública y cómo la sindica de violación de Derechos Humanos" señalando de esta manera como terroristas a las víctimas, a los y las defensoras de derechos humanos y congresistas convocantes de la Audiencia. Frente a estos nuevos señalamientos Iván Cepeda dirige la siguiente carta a los y las parlamentarias que han participado en la Audiencia:

Telesur, 28  de julio de 2010

Una delegación formada por eurodiputados, congresistas opositores, la senadora Piedad Córdoba e Iván Cepeda, entre otros miembros de organizaciones, se desplazaron hasta La Macarena para verificar la existenci de una fosa común. Cepeda indicó que se trata de dos mil cadáveres enterrados cerca de un batallón del Ejército colombiano. Sin embargo,la Cancillería insiste en negar el problema.

Habitantes de La Macarena, sur de Colombia, presenciaron este jueves la audiencia pública que sirvió para certificar la denuncia que habían hecho a las autoridades sobre la existencia de una fosa común ubicada en la cercanías de un batallón del Ejército con más de 2 mil cadáveres, un día después que la Cancillería de ese país negara el descubrimiento.

Mujeres y Pueblos se oponen a la militarización del continente